Bienvenidos!

Espero que este blog se convierta en una herramienta al servicio de la reflexión...y de la acción, sin la cual carecería de sentido.

lunes, 23 de agosto de 2010

El vuelo de los gansos



Si observamos los gansos cuando migran durante el invierno, notaremos que vuelan armando la figura de una "V".
La ciencia ha investigado por qué vuelan de esa forma.
Se ha comprobado que cuando cada pájaro bate sus alas, produce un movimiento e el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en "V", en bandada completa, el pájaro aumenta su potencia en por lo menos un setenta por ciento.
Cada vez que un ganso se sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente regresa a su formación para poder beneficiarse del empuje del compañero que vuela adelante.
Cuando el líder del compañero se cansa, pasa a uno de los puestos de atrás, y otro ganso toma su lugar. Los gansos que van detrás graznan para alentar a los que van delante a mantener su velocidad.
 Cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos se salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan acompañándolo hasta que está nuevamente en condiciones de volar o hasta que muera, y sólo entonces los dos acompañantes vuelven a su bandada o se unen a otro grupo que está migrando.


                                                                                                                        Autor desconocido.


¡Las enseñanzas de la naturaleza! ¿Cuándo entenderemos los humanos que los esfuerzos aislados desgastan, entorpecen, a veces frustran y otras son inútiles? Aprender a trabajar en equipo exige tener la humildad suficiente para reconocer los límites propios y los de los demás. Asimismo, cuando se forma un auténtico equipo de trabajo, todos los miembros aprenden a beneficiarse de las fortalezas de los otros, con el objetivo de lograr fines comunes.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Esta vez los invito a reflexionar de la mano de Jorge Bucay....

Construimos casas cada vez más grandes…
y familias más pequeñas.
Gastamos más…pero tenemos menos.
Compramos más…pero tenemos menos.
Habitamos en edificios más altos…
con vidas poco profundas.
Vamos por autopistas más amplias…
con mentes cada vez más estrechas.
Tenemos más comodidades…
pero vivimos más incómodos.
Tenemos más conocimiento…
y menos sensatez.
Más expertos… y menos soluciones.
Más medicinas…y menos salud.
Son tiempos de comida rápida…
y de digestión lenta.
De casas fantásticas…con hogares rotos.
De enojarnos enseguida….
pero de perdonar lentamente.
De salir muy temprano…
y llegar siempre tarde.
Levantamos las banderas de la igualdad,
pero sostenemos los prejuicios.
Tenemos la agenda llena de teléfonos de amigos
a los que nunca llamamos….
Y los estantes de nuestra biblioteca repletos de libros,
que jamás leeremos…
Nos ganamos la vida,
pero no sabemos como vivirla.
Poseemos cada vez más cosas,
y desperdiciamos casi todas.

 Extractado de “Llegar a la cima y seguir subiendo”

martes, 17 de agosto de 2010

El cántaro rajado


Un repartidor de agua de la India tenía dos cántaros que colgaban de los extremos del palo que él sostenía sobre sus hombros. Uno de los cántaros tenía grietas, mientras que el otro estaba perfecto y siempre conservaba toda el agua al final de la caminata desde el arrollo hasta la casa del maestro. En cambio el cántaro rajado llegaba sólo con la mitad del agua en su interior.
Durante dos años esto sucedió diariamente con el repartidor, quien entregaba un cántaro y medio de agua en la casa de su maestro. Desde luego, el cántaro perfecto estaba orgulloso de su irreprochable cumplimiento del fin para el que había sido hecho. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable, porque sólo podía cumplir con la mitad de lo que se suponía que era su obligación.
Después de dos años, el cántaro rajado le habló al aguatero diciéndole:
-Estoy avergonzado de mí y quiero disculparme contigo.
-¿Por qué? ¿De qué estás avergonzado?- preguntó el repartidor.
-Porque debido a mis grietas sólo puedes entregar parte de mi carga y obtienes la mitad del valor que deberías recibir.
El aguatero se sintió mal por el viejo cántaro y le dijo: -Cundo regresemos de la casa del maestro,quiero que notes las flores que crecen a lo largo del sendero.
En efecto,mientras subían la colina, el viejo cántaro se dio cuenta de las hermosas flores crecidas sobre su lado del camino, y esto lo alentó un poco.Pero al final del trayecto volvió a disculparse con el aguatero, porque todavía se sentía mal por haberle permitido repartir sólo la mitad de su capacidad.
El repartidor le dijo entonces:-¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen de tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello.Planté semillas de flores en tu lado del camino y cada mañana, mientras caminábamos de vuelta sobre el sendero, tú las regabas. Durante dos años he podido recoger estas hermosas flores para decorar el altar de mi maestro.Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no habría sido posible crear esta belleza.
Adaptación- Autor Desconocido.